ZetaTalk: Sentidos del Alma


Los humanos están acostumbrados a pensar que los sentidos son solamente, vista, oído, tacto, olor y sabor – cinco sentidos. Un sexto sentido es atribuido a todas las demás corazonadas, y es variadamente descrito como responsable de la PES o intuición. El cuerpo humano por si solo tiene otros sentidos, y el alma sobrepasa cualquier cuerpo dado en el que se encarne en su búsqueda. La conexión Cuerpo/Espiritu o Espiritu/Mente tambien es un misterio para nosotros. Entendemos que el alma puede puentear todas las densidades, de forma que nosotros en la 4ª Densidad podemos sin ningún esfuerzo hablarle a un alma contactada en 3ª Densidad. Entendemos que el alma disfruta las encarnaciones, infunde el cuerpo totalmente, y parece tener un corazón y funciones mentales al igual que el cuerpo físico. Pero la composición del alma, el material de las almas, no es algo con lo que se pueda experimentar o diseccionar. Por tanto, no te podemos decir como ocurre esto.

El sentido de la vista, el cual los humanos presuponen que está centrado exclusivamente en los ojos, puede ocurrir de hecho en la superficie de la piel, como certifican las experiencias de los ciegos. Los rayos de luz chocando contra cualquier superficie viva pueden ser sentidos y separados. El sentido del oído puede ser experimentado además fuera del oído como vibraciones. El tacto y el sabor comparten similitudes, pues son reacciones inmediatas a la química que afecta a la superficie viva. El tacto se separa en muchos aspectos, incluyendo el sentido de la presión. Los sentidos no mencionados son los sentidos del equilibrio, en el que se siente la relación con el centro de gravedad, el sentido del movimiento, relacionado con el sentido del equilibrio, y el sentido de sentirse enfermo, con el que los humanos sienten que algo no esta bien con el cuerpo. Hemos mencionado solo aquellos sentidos que el hombre común puede relacionar rápidamente, no la miríada que de hecho existe. Entre el alma y sus alrededores, hay muchos puntos en común. Por tanto, aunque el alma realmente no tiene ojos, ¡puede ver!.

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